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Intervención del diputado José Ángel del Valle Molina.

Intervención del diputado José Ángel del Valle Molina.

Es una alta distinción dirigirme al pueblo de Chiapas en nombre de esta honorable LXIX Legislatura. Con su venia, presidente, diputado Luis Ignacio Avendaño, decía el líder mundial Nelson Mandela que "la educación es el instrumento más poderoso para cambiar el mundo". Saludo con aprecio al magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado, al Dr. Juan Carlos Moreno Guillén; al Dr. Osvaldo Chacón Rojas, rector de la Universidad Autónoma de Chiapas; al diputado Mario Francisco Guillén, presidente de la Junta de Coordinación Política; y a la Dra. María del Carmen Vázquez Velasco, secretaria general de la Universidad Autónoma de Chiapas. Compañeras y compañeros legisladores, hago uso de la voz como un miembro de esta honorable soberanía, pero sobre todo como un orgulloso egresado de la Universidad Autónoma de Chiapas.

 

Chiapas ha tenido 119 gobernadores; sin embargo, hoy quiero ponderar con toda responsabilidad que en nuestra entidad está gobernando con carácter, entrega, amor y humanismo el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar. ¡Gracias por su honrosa presencia! Al igual que muchos estudiantes, tuve el privilegio de ver en esa casa de estudios más allá de aulas y libros, encontrando el camino de una vocación para la vida. Es importante destacar que en esta LXIX Legislatura trabajamos 19 diputadas y diputados orgullosamente egresados de la Universidad Autónoma de Chiapas.

 

Nuestra benemérita universidad ha sido la columna vertebral del conocimiento, de la formación del pensamiento crítico y del compromiso con la sociedad, conscientes de que la educación es el igualador social más poderoso. Por eso, hoy declaramos benemérita a nuestra Universidad Autónoma de Chiapas. Esto representa el acto más elevado de justicia, de una profunda memoria histórica, pero sobre todo de esa gratitud que existe en todos los corazones de los chiapanecos.

 

Nuestra universidad cuenta con una matrícula a nivel licenciatura de más de 7,000 estudiantes inscritos, representa una plantilla de más de 2,000 profesores y el apoyo inalienable con becas a más de 7,000 estudiantes. Pero más allá de los números, nuestra universidad es un organismo vivo que late con la energía de todos sus estudiantes, con el conocimiento de sus docentes y con la vocación de su comunidad. Este año conmemoramos el medio siglo del inicio de sus actividades; el reconocimiento aún se vuelve más trascendente, sembrando conciencia. La Universidad Autónoma de Chiapas nos ha enseñado que la educación no es solo conocimiento, sino que también representa un deber, un compromiso social y una acción transformadora. Pero lo más importante, nos ha enseñado que aprender solo tiene un verdadero sentido si lo ponemos al servicio de los demás. El futuro nos obliga a seguir trabajando, seguir construyendo, a seguir preparándonos como profesionistas con la calidad que México necesita.

 

Compañeras y compañeros diputados, al reconocer como benemérita a la Universidad Autónoma de Chiapas, rendimos un justo homenaje a medio siglo de servicio a la educación, a la ciencia, a la cultura y al desarrollo humano. Medio siglo honrando nuestro lema: "Por la conciencia de la necesidad de servir". ¡Benemérita la Universidad Autónoma de Chiapas, benemérita su historia y su vocación por el pueblo de Chiapas, benemérita su lucha por la equidad y por la transformación! Es cuanto.



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