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Un segundo lugar que sabe a esperanza: La Facultad de Ciencias Agrícolas en el 5° Tapatón Universitario

Un segundo lugar que sabe a esperanza: La Facultad de Ciencias Agrícolas en el 5° Tapatón Universitario

Hay momentos en los que los números se transforman en algo mucho más grande que simples estadísticas; se convierten en esperanza, en vida, en un abrazo colectivo que trasciende las aulas y los campus. En un sentimiento colectivo de solidaridad, la comunidad UNACH reconoce el logro de la Facultad de Ciencias Agrícolas Campus IV, en el 5° Tapatón Universitario, organizado junto al Sistema DIF Estatal en la ciudad de Tapachula sede del Campus IV de nuestra casa. 

 

Con una recolección récord de 195,000 tapas de plástico, esta facultad se alzó con un segundo lugar que, más allá de los reconocimientos, representa 195 tratamientos médicos para niños que enfrentan la dura batalla contra el cáncer.

 

Al escuchar la cifra de tapas recolectadas, uno no puede evitar imaginar las manos de cada estudiante, docente y administrativo de la Facultad de Ciencias Agrícolas, recolectando con entusiasmo cada una de ellas, consciente de que no se trataba solo de un certamen, sino de un acto de amor y solidaridad. Cada una de esas 195,000 tapas, que superaron ampliamente los registros de años anteriores, lleva consigo el esfuerzo de una comunidad universitaria que entiende que la educación no termina en los libros, sino que se extiende a la capacidad de transformar vidas.

 

Esta iniciativa, que une a todas las facultades del campus en una causa común, que nos llena de orgullo. No es solo por el resultado tangible –que, por cierto, equivale a 195 tratamientos para pequeños pacientes–, sino por lo que representa: un recordatorio de que en la UNACH formamos ciudadanos que no solo buscan la excelencia profesional, sino que también tienen un corazón comprometido con las necesidades de su entorno. ¿No es eso, al final del día, lo que nos define como universidad pública? La capacidad de mirar más allá de nosotros mismos y tender una mano a quienes más lo necesitan.

 

Las autoridades de la Facultad no escatimaron en reconocimientos hacia su comunidad –estudiantes, docentes y personal administrativo–, y no es para menos. Ese espíritu de colaboración y compromiso social que palpita en cada rincón del Campus IV es lo que hace posible que acciones como estas no solo se lleven a cabo, sino que dejen una huella imborrable. Para muchos de los participantes, esta experiencia será un recuerdo que los acompañará toda la vida, una lección de empatía que no se aprende en ninguna aula, pero que se vive con el corazón en la mano.

 

Desde la Gaceta UNACH, no podemos evitar pensar en los rostros de esos niños que, gracias a estas tapas, recibirán un tratamiento que podría cambiar su destino. Y aunque no los conozcamos, de alguna manera, todas y todos en la UNACH los hemos abrazado a través de esta noble causa. Porque en cada tapa recolectada hay un pedacito de esperanza, un susurro que les dice que no están solos, que hay una comunidad entera que los sostiene desde la distancia.

 

Con su participación en iniciativas como el Tapatón Universitario, la UNACH reafirma su vocación humanista y su compromiso con las causas sociales que tanto nos necesitan. Y en ese camino, la Facultad de Ciencias Agrícolas nos ha dado una lección invaluable: que el verdadero éxito no se mide solo en premios o posiciones, sino en la capacidad de transformar el mundo, una tapa a la vez. Porque, al final, formar profesionales conscientes y solidarios es, sin duda, el mayor logro que podemos alcanzar como universidad.

 

Texto: Claudia Ivonne González Farrera
Imágenes: Facultad de Ciencias Agrícolas - UNACH Huehuetán



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